Susana Trimarco desató un vendaval en la declaración que prestó en el juicio contra el denominado Clan Ale. Primero señaló que uno de los acusados, Rubén “La Chancha” Ale, había comido un asado en 1999 en la casa de uno de los jueces del caso, Carlos Jiménez Montilla, con el entonces gobernador Julio Miranda y su ministro Antonio Guerrero. Luego, presentó un misterioso sobre que ligaría a Enrique Romero, otro funcionario de esa gestión, con los imputados por asociación ilícita y lavado de activos.
En un momento de su relato, Trimarco sacó un sobre blanco de su cartera y se acercó hasta el estrado para entregarlo a la presidenta del Tribunal, Alicia María Noli, mientras los defensores intentaban a los gritos objetar la presentación. La declarante señaló que lo que había en su interior había llegado de forma anónima hasta la Fundación María de los Ángeles a través de un joven. Sin embargo, nunca hizo referencia a su contenido.
Luego de que todas las partes se acercaran hasta el sitio de los jueces para mirar los elementos presentados, que pasaron de mano en mano, los defensores volvieron a objetar la presentación y solicitaron que no se tuviera en cuenta, mientras que las tres partes acusatorias (la fiscalía, la Unidad de Información Financiera y la Administración Federal de Ingresos Públicos) pidieron a los jueces que fuera incorporada.
Lo único que se había podido ver en el interior del sobre era que se trataba de tres cartones, sobre cuyo contenido nadie dio una explicación. Sin embargo, LA GACETA pudo conseguirlos a través de fuentes judiciales.
Se trata de tres tarjetas de presentación con las que se buscaría probar que el ministro de Transporte de la Provincia -y actual Subsecretario de Tránsito y Transporte del municipio capitalino- habría tenido aceitados nexos con “La Chancha”. Todas las tarjetas están escritas en el reverso. Una de ellas correspondería al denunciado y las otras dos al ex titular de la remisería Cinco Estrellas.
En la tarjeta que supuestamente pertenece a Romero, se puede leer: “Rubén, ya está lo de la cueva y lo acordado con ARUT Rural. Haceme el retorno”. Al pie de la misiva, escrita con máquina, están estampados un sello y una firma que serían de Romero.
En las tarjetas que llevan el nombre de Ale, y que tienen una imagen del ex presidente Carlos Menem, se le avisa a Romero -a quien se tilda de “estimado compañero- que irán a verlo distintas personas a hacerle pedidos para lo que el firmante espera “resolución favorable”. Todas tienen fecha de diciembre de 2002.
“Negativo; es totalmente falso", dijo Romero
“Negativo; es totalmente falso. Nunca tuve relación con los Ale”, contestó Enrique Romero, actual subsecretario de Tránsito y Transporte del municipio, cuando LA GACETA lo consultó sobre las tarjetas que Susana Trimarco presentó al Tribunal que lleva adelante el juicio contra el denominado Clan Ale.
Además, señaló que nunca podría tener una buena relación con los Ale porque los denunció cuando era ministro de Transporte de la provincia. “Me tomaron la Terminal de Ómnibus cuando le registraba los autos de Cinco Estrellas y yo los denuncié en la fiscalía. Hay videos sobre eso, la gente se debe acordar. Es imposible que yo escribiera las tarjetas”, destacó.
Además, recordó más detalles sobre ese episodio. “Ellos intentaron que fuera a la Estación de Servicio que está ahí en la esquina y me negué. Luego María Jesús Rivero salió de una reunión en mi oficina diciendo que era peor que (Antonio) Bussi”, acotó.
El funcionario también explicó que esta presentación de Trimarco no lo perjudica. “Desconozco por qué hicieron esta presentación y no tengo idea si me quieren ensuciar. No conozco a Trimarco. Y si bien me sorprende esto, se pueden hacer pruebas caligráficas para verificar lo que digo”, argumentó.
Cuando se le explicó que esto era imposible porque la tarjeta que le adjudican a él parece haber sido escrita en una máquina de escribir, fue tajante: “en la administración ya no había, se usaban computadoras”.
Romero añadió que está a disposición del Tribunal. “Si me llaman, me presentaré ante la Justicia para confirmar todo lo que estoy diciendo”, declaró.
Por último, sobre el presunto asado que Rubén “La Chancha” Ale habría comido en la casa del juez Carlos Jiménez Montilla con el entonces gobernador Julio Miranda, Romero dijo que lo desconocía, pero que le parece muy extraño. “La única relación que había entre el gobierno de ese momento y los Ale era el convenio de ARUT”, concluyó.